Resultado de la unión de dos viviendas, este piso nos muestra una singular reorganización espacial, con la cocina como epicentro o una preciosa suite de invitados junto al salón (que se puede ocultar).
Además de su puesta en escena, cálida y muy apetecible, esta casa en Vitoria con 124 metros cuadrados nos entusiasma por su distribución, con zonas de día abiertas y espacios de noche más privados e independientes, aunque siempre en conexión todos ellos a través de la luz. La obra de reforma y el diseño de interiores ha corrido a cargo del estudio Rdl Arquitectura, dirigido por Jimena Ruiz de Landa y Ainhoa Arrizabalaga Rodríguez.
La casa es resultado de la unión de dos viviendas, localizadas en la plantas baja de un edificio de 1930: «Como era de imaginar, las casas estaban muy compartimentadas, con una distribución anticuada y espacios oscuros a los que no llegaba la luz», nos explican desde el estudio. Su principal premisa a la hora de reformar y unir los dos pisos era la de optimizar los espacios, creando una distribución más fluida y abierta, acorde con el estilo de vida de los nuevos habitantes, y trayendo la luminosidad a todos los rincones.
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